Según la tradición oral, a finales del Siglo XIX la negra Dorotea Sánchez solo disponía de agua y azúcar para celebrar el cumpleaños de sus hijos mellizos Pedro y Pablo. En su casa del barrio San Antonio, invocó a San Pedro y San Pablo un 29 de junio para que le ayudaran a hallar un regalo.
La mujer recibió el favor de los Santos, quienes se convirtieron en sus padrinos y le enseñaron la receta para fabricar el alfeñique y moldear los dulces adornados con papelillos de colores, que insertó en mazos de maguey. Así surgió la tradición de las macetas, un mito de nuestra identidad cultural vallecaucana.
Patrimonio cultural
En 2013 la tradición se declaró Patrimonio Cultural Inmaterial de Colombia y consolidó a Cali como la sede del evento cultural artístico que reúne cientos de pequeños artesanos que elaboran el dulce manjar.
La Alcaldía de Cali ha fomentado e incentivado las expresiones artísticas derivadas de esta expresión cultural, que se convirtió poco a poco en un hito caleño, como la Salsa. Las macetas de cerámica artesanal también son un apetecido recuerdo artístico de la tradición, el barrio y por supuesto la ciudad.
Asomacetas: 25 años de tradición
La Asociación de Mujeres Artesanas de las Macetas de Alfeñique trabaja por salvaguardar una tradición que es parte viva de nuestra identidad. Se formalizaron hace tres años, pero son parte fundamental de la historia de este legado que ha endulzado a los caleños por décadas.
“Soy orgullosa portadora del azúcar. Soy de esas mujeres que año tras año, con amor, alegría e identidad, se preparan sin importar el cansancio. Solo saber que habrá niños, jóvenes y adultos riendo y recibiendo un regalo que les dejará huella, me motiva”: Magda Ivonne Vargas Suaza, Presidente Asomacetas.